La Bragueta: Mariah Carey "amenaza" a los Beatles

Fantástico artículo firmado por Julio Valdeón publicado hoy en el Periódico El Mundo.

Reproducción del artículo:

Mariah Carey pierde kilos y 'amenaza' a los Beatles

NUEVA YORK.- El despacho de agencia reza así: "Abrid paso, Beatles. Mariah Carey está a punto de igualar a la legendaria banda británica por tener el mayor número de éxitos en las listas".
En concreto, la portentosa voz, orgullo de Occidente, cifra y resumen de un siglo de voces que van de Billie Holiday a Dusty Springsfield, Aretha Franklin, Mahalia Jackson, Coco Taylor, Joni Mitchell, Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan, posee 17 números uno en las listas estadounidenses, los mismos que aquel chavalín llamado Presley, Elvis Presley.
De asaltar los cielos, el nuevo single de Mariah, prodigio lírico titulado Touch my body (Toca mi cuerpo), se quedaría a solo dos de Lennon/McCarthy. El vídeo que lo anima, digno de Coppola, bucea en la noche del alma y pone negro sobre blanco los fantasmas eróticos que picotean el subconsciente, con la diva, bata de seda y taconazos, enloqueciendo a un informático pajillero que acude a su mansión para arreglarle el PC.
Por si fuera poco, el disco que cobija Touch... ha sido bautizado como E=MC2, habilísimo guiño a Albert Einstein y su Teoría de la relatividad; lógico, teniendo en cuenta la aquilatada trayectoria de Carey como espejo de indagación intelectual.
Que Mariah Carey reine en las listas clarifica el panorama. Sin acudir a los 'Todo tiempo pasado fue estupendo', 'Contra Franco vivíamos mejor', 'El fútbol no es lo que era', etc., hubo un momentos, lejanos, en que los artistas más vendedores, pongamos las Crystals, las Ronnetes, los Stones, Elvis, Roy Orbison o Cash, combinaban comercialidad y excelencia. Incluso los denostados 80 contemplaron a Michael Jackson, Prince y Bruce Springsteen comandando las listas. Lo de menos es que la crítica de entonces hablara de decadencia: forma parte del guión lloriquear. Y ciertamente también abundaron los Lionel Ritchie y los Duran Duran, etc.
Hoy, ejercicios de estilo prefabricados, plastificados, comandan el gusto popular. Cabezas de huevo del poder financiero, expertos en telegenia, profesores de canto, reclutan al enésimo ídolo y arrasan las ondas con su dentrífico vocal.
Cuenta Carey que no necesita esteorides; para mantener engrasada la voz a veces duerme en la terraza de su pisito en Tribeca, Nueva York; su nuevo entrenador personal la ha ayudado a perder 15 kilogramos. Hada del tedio, 37 años, la pija pasea muslamen por la MTV, mientras el tostón del soul cocinado con sacarina, las cantantes que recorren escalas a velocidad supersónica, incapaces de templar, son las nuevas trovadoras, con discos de corta y pega, músicos de sesión, campañas elefantiásicas, cero emoción. Dice Raúl del Pozo que en el arte "lo único que importa es mantener un estilo, las ideas llegarán después, pero hay veces que no llegan nunca".
¿Cuales son las ideas o el estilo, de Carey? Acumular dinero, legítimo, y castigar con tonadillas insulsas, indignas de sonar en ascensores. En plena promoción, Carey salió el otro día en Saturday Night Live. Contó que su único compañero es JJ, un terrier: demasiado ocupada para tener pareja. Qué lejos los días en que Janis Joplin, alegre de darle al Souther comfort, aterrorizó al ejecutivo discográfico con el que acaba de firmar contrato: la volcánica interprete insistió en que, para sellar su pacto, debían acostarse, y el contable de Columbia salió corriendo.
Algunos comentaristas estadouninses opinan que tal vez la entronización de Mariah Carey y similares explique, en parte, la piratería. De música facturada para jóvenes hemos pasado a buscar el bolsillo de la infancia (Operación triunfo, su equivalente gringo, American Idol, etc.). Y los niños, pobres, se ponen ciegos de e-mule porque no saben lo que hacen.

por Julio Valdeón

Lo triste es que ahí va....camino de conseguirlo: